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martes, 19 de octubre de 2021

Reseña: La vida invisible de Addie LaRue

 ¡Muy buenas! ¿Todo bien? Yo genial porque traigo la reseña de una de mis mejores lecturas del año (o de la vida). De hecho, hoy no tocaba esta reseña, sino la de la trilogía Sombras de magia, que es de la misma autora. Pero ayer terminé este libro y no he podido resistirme.

Datos:

  • Autora: V. E. Schwab
  • Editorial: Umbriel
  • Páginas: 500
  • Género: fantasía
Sinopsis:

Tras hacer un pacto con el diablo, Addie entrega su alma a cambio de la inmortalidad. Sin embargo, ningún trato faustiano está exento de consecuencias: el diablo le entregará la inmortalidad que tanto desea, pero le quitará algo que ella anhelará durante toda su existencia: la posibilidad de ser recordada. Addie abandona su pequeño pueblo natal en la Francia del siglo xviii y comienza un viaje que la lleva por todo el mundo, mientras aprende a vivir una vida en la que nadie la recuerda y todo lo que posee acaba perdido o roto. Durante trescientos años, Addie LaRue no será más que la musa de numerosos artistas a lo largo de la historia, y tendrá que aprender a enamorarse de nuevo cada día, y a ser olvidada a la mañana siguiente. Su único compañero en este viaje es su oscuro demonio de hipnóticos ojos verdes, quien la visita cada año en el día del aniversario de su trato. Completamente sola, a Addie no le queda más remedio que enfrentarse a él, comprenderlo y, tal vez, ganarle la partida. Pero un día, en una librería de segunda mano de Manhattan, Addie conoce a alguien que pone su mundo del revés... Por primera vez, alguien la recuerda. ¿Será este el punto final de la vida de Addie LaRue? ¿O tan solo serán puntos suspensivos?

Reseña:

Este libro me ha dejado sin palabras y no sé por dónde empezar. Así que antes de entrar en los aspectos formales, tengo que mencionar lo bonito que es, no solo en contenido (que también), sino en forma, la forma de contar las cosas. No hay párrafos larguísimos describiendo detalles innecesarios, no hay partes aburridas, no hay nada que sobre. Se nota cómo cada palabra está cuidada y elegida a conciencia, cómo todo encaja. El ritmo es perfecto, las frases fluyen solas y son pura poesía. Yo nunca he sido de marcar los libros, y esta vez me he arrepentido de no haber subrayado o puesto postits porque tiene frases preciosas que querría recordar siempre. Si os lo vais a comprar, os recomiendo que tengáis notas a mano para poder volver a ellas siempre que queráis. Porque el libro nos enseña lo importante que es recordar.

Nos cuenta la historia de Adeline LaRue, una chica de 23 años que, en 1714, en un pueblo de Francia, acaba vendiendo su alma a un dios de la noche a cambio de la inmortalidad. Se da cuenta de su error: el dios ha hecho que nadie sea capaz de recordarla. Addie no necesita luchar por sobrevivir porque es inmortal, pero trata de luchar porque sobreviva su recuerdo. Es incapaz de dejar huella: la gente la olvida al instante, no puede escribir ni decir su nombre ni contar su historia, no puede ser retratada con detalle, ni siquiera puede dejar huellas al caminar. Es como si fuera un fantasma. 

El libro nos cuenta cómo pasan los años desde entonces, y mientras los capítulos se alternan con lo que sucede en su presente, Nueva York en 2014. Así que tenemos dos líneas temporales intercaladas. En la primera vemos sufrir a Addie, aprendemos con ella, conocemos su complicada relación con el dios de la oscuridad que la condenó, que se le aparece cada año tratando de que se rinda y llevarse su alma. En la segunda vemos una Addie más experimentada que ha aprendido cuáles son los límites de su maldición y cómo trata, sin mucho éxito, de ser capaz de dejar huella en el mundo. Sobrevive donde puede, roba para poder comer y vestirse, y no puede hacer amistades porque se olvidan de ella al perderla de vista. Hasta que conoce a Henry, un librero que puede recordarla.

No cuento más de la trama porque sería estropear la sorpresa, pero no importa porque vamos con lo que me parece lo más jugoso, los personajes. Tenemos tres principales: Addie, la oscuridad y Henry. Addie es de esos personajes que te marcan para siempre. Toda su vida fue una persona curiosa a la que su mundo se le quedaba pequeño, por eso no dudó en decidir que quería verlo todo, disfrutar lo máximo posible, aprender todo lo que pudiera. Es algo con lo que es fácil identificarse, esa urgencia por conocer más, la sensación de que el tiempo se acaba demasiado rápido. Además, es lista como un demonio. ¿Lo pilláis? Porque ha aprendido de un demonio. Addie se sirve de su inteligencia para sobrevivir como puede, muchas veces de formas sorprendentes y otras tantas de formas horribles, porque lo cierto es que lo pasa mal. Es imposible no empatizar con ella y admirar su astucia y testarudez.

Después tenemos al dios de la noche, o la oscuridad, o Luc, como lo llama Addie. Quien me conozca sabrá que estoy totalmente a favor de los personajes grises/antihéroes/villanos en estas historias, porque dan mucho más juego y confunden constantemente al lector. Luc es impredecible, caprichoso, pasional. En muchos momentos da miedo, en otros... todo lo contrario. Y me parece un personaje impresionante. A Victoria Schwab se le da muy bien crear este tipo de personajes, y sé que tiene por ahí una saga llamada Villanos a la que le quiero echar un ojo. 

El tercer personaje es Henry, un chico de 28 años que lo que más desea es que le quieran. Trabaja de librero mientras decide qué quiere hacer con su vida, y sin duda es alguien con quien podemos empatizar. Ahora bien, tengo que ponerle una única pega al personaje, y es que su historia me sacó un poco de la narración. El libro se mantiene en un ritmo muy adecuado, avanzando sin detenerse pero sin correr, y cuando llega a los capítulos de Henry ese ritmo cambia de forma brusca y se convierte en algo más calmado. A mí esto me chocó y me sacó de la historia, pero en cambio a mi amiga Sofía le encantó, así que es, por supuesto, cuestión de percepción y gusto personal. Y por supuesto Henry me cayó bien y me pareció un buen personaje, aunque no me identifique tanto.

Pero lo que más me gusta no son los personajes por sí solos, sino cómo interactúan entre ellos. Los tres están conectados de diferentes maneras, y se complementan también. Addie no sería quien es en 2014 si no se hubiera relacionado con el dios de la oscuridad durante trescientos años; aprende de lo que él le enseña y de lo que le oculta, y sus encuentros son mis partes favoritas de la historia. En cambio, Addie y Henry se complementan de otra forma, porque él es su modo de ser recordada, el único que puede ayudarla a dejar su huella en el mundo. Y su relación es preciosa, mágica y optimista. Son personajes muy completos y diferenciados y todos se complementan entre sí como un puzzle.

La ambientación es una maravilla. El presente se ambienta en Nueva York, donde vive la autora, así que esa parte era fácil de transmitir, pero el pasado transcurre en unos cuantos lugares tanto en Europa como en Estados Unidos, y en épocas muy distintas. Vemos a través de los ojos de Addie el París del siglo XVIII, la llegada de la Revolución Francesa, más adelante la Belle Époque y después la Francia ocupada por los nazis. Vemos Múnich, Florencia, Nueva Orleans, Chicago,... cantidad de ambientaciones que se transmiten de forma increíble y detallada. Me divertía ver las fechas al comienzo de un capítulo y pensar "Addie, sal de ahí que está a punto de empezar una revolución, por favor huye que me da algo". En resumen: una gran labor de documentación muy bien llevada. Y por poner una pega, habría estado bien que Addie hubiera viajado más, no solo por Europa y Estados Unidos. Estoy segura de que en trescientos años has tenido tiempo de visitar Japón, Addie, no sé.

Opinión final:

Creo que la reseña ya se ha hecho demasiado larga, pero es que tenía mucho que decir. Y creo que no hace falta que diga qué nota se merece este libro porque es evidente. Simplemente os recomiendo que lo leáis y que os fijéis en los detalles, que son muchos, porque se nota el cuidado y el cariño que le ha puesto Victoria a esta historia. Y se nota también que le encantan los gatos, por cierto.

Espero que os haya gustado y que me digáis si lo vais a leer, y si ya lo habéis hecho qué os pareció. La semana que viene traigo la reseña de Sombras de magia, que también recomiendo muchísimo. ¡Nos leemos pronto!

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