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martes, 22 de febrero de 2022

Reseña: Anne sin filtros

 Si buscas leer algo ligero, adictivo y tierno, hoy estás de suerte. Quiero compartir mi última lectura, que he leído en un suspiro y que voy a recomendar mucho. Te presento Anne sin filtros, aunque seguramente ya conozcas a su versión clásica Ana de Tejas Verdes.

Datos:

  • Autoras: Iria G. Parente y Selena M. Pascual
  • Editorial: Molino
  • Género: romántica
  • Páginas: 384

Sinopsis:

Anne Shirley siempre ha soñado con ser escritora y, aunque nadie lo sepa, lo es: online, la conocen como Lady Cordelia y sus fanfics sobre El caballero del espejo, una serie de televisión sobre leyendas artúricas, son de los más aclamados por el fandom. Solo Diana, su mejor amiga, artista y colaboradora, conoce su secreto.

Al menos hasta que aparece Blythe, un nuevo autor de fanfiction que no tarda en superar el récord de lecturas de Anne y que, para colmo, no tiene ningún reparo en mostrar su verdadera identidad. Gilbert Blythe es tan encantador como irritante, y desafiará a Anne a enfrentarse a sus inseguridades y a sus sentimientos, tanto por él como por su amiga Diana.

Pero cuando te atreves a mostrarte sin filtros, tal como eres, puede ocurrir cualquier cosa.

Reseña:

Lo primero que tengo que decir es que este libro no me ha decepcionado, sino que me ha dado justo lo que me prometía: una versión moderna de Ana de Tejas Verdes. Aunque yo tampoco iba con las expectativas muy altas, la verdad. Me gustan las autoras y las admiro, pero tenía claro que sus libros no son para mí tras leer El orgullo del dragón y acabar en un bloqueo lector. Antihéroes lo disfruté más, pero tampoco me pareció para tanto. Y tengo en la estantería Rojo y oro esperando a que lo lea, pero no me animo a empezarlo. Por eso iba con un poco de miedo con este, pero ahora puedo decir que es mi favorito de las autoras.

Se nota mucho que escribieron este libro a raíz de haber visto la serie de Netflix de Anne with an E y no estar muy contentas con el final. Si no habéis visto la serie os recomiendo mucho que lo hagáis, y si no os gusta cómo termina os podéis leer este libro para compensar, porque a pesar de que aparecen los mismos personajes el desarrollo y sus relaciones son bastante diferentes a los de la historia original. Pequeño apunte: yo todavía no he leído los libros originales, así que no puedo saber hasta qué punto es fiel a estos. Y no tengo del todo claro si este libro trata de ser un retelling de los originales o un fanfic de la serie de Netflix.

No puedo decir que me haya encantado el personaje de Anne. Es cierto que es muy tierna, bastante intensa y en realidad es encantadora, pero me desespera a veces (igual que la de la serie, en realidad). Es soñadora y no se entera de nada de lo que ocurre a su alrededor, y dan ganas de decirle que espabile, que pregunte cuando tiene dudas, que hable de lo que siente y que deje de esconderse. Lo sé, ese es precisamente su desarrollo de personaje, y eso está bien. Por eso puedo resumir el libro en "Anne, date cuenta".

Los demás personajes me han gustado más. Diana es una gran amiga, buena ilustradora, poco ambiciosa pero de familia rica. Gilbert es igual que en la serie, un chico genial, buen estudiante, amable y guapísimo, pero aquí es trans y medio coreano. Aparecen otros personajes como Roy, Phil, Josie, Fred, y también los padres adoptivos de Anne: Marilla, que es mucho menos estricta que en la serie, y Matthew, igual de tierno y tímido. En general, siguen las mismas dinámicas que en la versión original. Lo que cambia es la trama.

Anne es en realidad una famosa escritora de fanfiction bajo el pseudónimo de Lady Cordelia, y solo lo sabe Diana. En cambio, Gilbert no oculta su identidad como el exitoso escritor de fanfiction que es. Además son rivales, porque escriben sobre la misma serie de televisión y compiten por ser el mejor fanficker, así que es una trama bastante sencilla aunque secundaria. La principal es la romántica, por supuesto. Sinceramente, no creo que decir esto sea un spoiler, y más viendo la portada. Anne tendrá dos intereses amorosos: Diana ("friends to lovers") y Gilbert ("rivals to friends to lovers"). El drama es la confusión de Anne, el hecho de que no es capaz de identificar lo que siente ni explicarlo.

Lo que me ha gustado son dos cosas. La primera es que la orientación sexual de los personajes no sea un drama. Hace tiempo no había libros con personajes LGTB, después empezaron a salir pero la trama giraba en torno a su orientación y a los problemas que esto daba, y ahora estamos en un momento en el que los personajes del colectivo están integrados, tienen otros problemas que no tienen que ver con su orientación y eso está genial. Anne sabe que es bisexual desde hace tiempo, y eso no es un drama ni un descubrimiento ni tiene ninguna importancia. Diana también es sáfica, Gilbert es bisexual y trans, Phil es de género no binario, Roy es homosexual...y sus tramas no giran en torno a eso. ¡Bien!

La segunda cosa que me ha gustado es la valentía en cuanto a las relaciones entre personajes: Iria y Selene se han atrevido a hacer lo que Laura Gallego no hizo en Memorias de Idhún. Al final, ¿cómo vas a llamar triángulo amoroso a una figura con solo dos lados? Está muy bien que Victoria se quedara con los dos en MDI, pero esos dos no se soportaban entre sí. Aquí sí que hay ganas de hacer un triángulo de verdad, con amor y más para las tres partes. Este libro tendrá contentos a los fans de Anne with an E y a los de Memorias de Idhún por igual.

Lo que no me ha gustado tanto es la enorme importancia que se le da a la serie sobre la que escriben los fanfics. Entiendo por qué se hace así, ya que es una manera de representar la relación de los personajes reflejada en un mundo de ficción, pero sinceramente no era entretenido que se hablara tanto de ella o de fanfiction. Me habría gustado más que se hablara de otras cosas, o de personajes secundarios, en vez de quedarse tan en la superficie. Y también me ha parecido un final muy apresurado. El principio es más lento, es introducción a los personajes y Anne se pasa medio libro hablando de lo mucho que odia a Gilbert sin ningún motivo, y es ya en el final cuando la relación cambia de forma un poco brusca, y o mismo pasa con Diana. El epílogo debería haber sido un capítulo entero más desarrollado.

En cuanto a la ambientación, es muy moderna. Van a la universidad, a la cafetería Tejas Verdes que pertenece a la madre de Anne, Diana conduce su coche, los chicos comparten un piso de estudiantes, aparecen sus muchas redes sociales... todo es muy actual y los lectores pueden identificarse muy fácilmente con lo que ocurre. Al final es una novela romántica contemporánea. Y llena de diversidad, además.

Opinión final:

Si bien he disfrutado mucho de este libro y lo recomiendo, tampoco diría que me pueda cambiar la vida, y menos cuando me da la impresión de que se queda demasiado en la superficie y no profundiza en trama o personajes. Le doy una puntuación de 3,5/5 estrellas, pero seguro que acabo leyendo más cosas de Iria y Selene, sobre todo si escriben más comedia romántica.



Espero que os haya servido esta reseña y que os animéis a leer el libro y a darme vuestra opinión. ¡Nos leemos pronto!

sábado, 19 de febrero de 2022

El canon literario... ¿universal?

 ¡Qué curioso me parece que tengamos una serie de grandes obras que todo el mundo conoce! Esas obras de referencia, esos grandes autores que han servido de inspiración a otros a lo largo de la historia y que han llegado hasta nuestros días. Seguro que tienes en mente las típicas listas de "Cien libros que debes leer antes de morir", "Grandes autores que debes conocer", "Treinta clásicos que debes leer antes de los treinta". Porque DEBES leerlos o al menos DEBES conocerlos. ¿Cómo no vas a haber leído el Quijote, aunque no te guste? ¿Qué haces con tu vida si aún no has leído el Ulises, a ver? Pero hombre, ¿de verdad no te has leído los nueve tomos de Historias de Heródoto? Ah, ¿que estás perdiendo el tiempo leyendo fantasía juvenil?

Bueno, por si no queda claro, esa no es mi opinión. Al menos, no del todo. Recientemente he tenido una conversación de este estilo con una persona que defendía a capa y espada las grandes obras de la historia pero despreciaba la literatura juvenil. Y yo no quiero que esta persona me malinterprete, porque entiendo perfectamente su postura y la respeto, pero no la comparto. Mi opinión es más bien la siguiente: se puede leer de todo y disfrutarlo de la misma o de distinta forma. Que sí, que no puedes comparar leer a Joyce y a Rowling, que no tiene nada que ver y que es una experiencia totalmente opuesta. Vale, es cierto, pero eso no quiere decir que no puedas disfrutar de las dos experiencias. La persona de la que os hablo no me creía, y por eso quiero conocer más opiniones sobre esto.

Algo importante que debo añadir es que no desprecio ningún tipo de literatura porque puede tener distintas funciones, principalmente entretener y enseñar. Así que no veo por qué no vas a disfrutar un libro solo por entretenimiento. Pero hay otra forma de disfrutar de la literatura, que es cuando se vuelve un reto, cuando te enfrentas a algo que no pensabas que leerías y, especialmente, cuando descubres que en realidad no era tan difícil. Para mí, hay dos tipos de libros "clásicos": unos serían los que son complejos, largos, aburridos, difíciles de entender, esos que mucha gente conoce pero que pocos se atreven a leer... aquí metería obras muy antiguas como La Ilíada o La Odisea, modernistas como El ruido y la furia o En busca del tiempo perdido... esos a los que podríamos tenerles "miedo", aunque no deberíamos. El segundo grupo contendría libros a los que se les tiene miedo por ser llamados clásicos pero que en realidad no son difíciles y son muy entretenidos, y aquí podría incluir muchos más ejemplos como Frankenstein, Cumbres Borrascosas, 1984, La importancia de llamarse Ernesto, La isla del tesoro, Fahrenheit 451, Romeo y Julieta...

Pero vamos a la parte importante: ¿qué es realmente un "clásico"? Pues es una obra que ha sido capaz de sobrevivir al paso del tiempo y de convertirse en un referente, muy conocida y que se sigue leyendo, analizando, estudiando y enseñando. Es decir, que forma parte del canon literario.

El canon literario es un conjunto de obras que forman parte de la literatura de la alta cultura, por su calidad, originalidad, rasgos formales o temáticos, y que no quedan obsoletas. Se han hecho diversas clasificaciones con las obras que se deben incluir en este canon, y yo no os voy a dar una lista definitiva de increíbles obras que debéis leer antes de morir. No, yo estoy aquí por la polémica. Porque casi cualquiera de las clasificaciones que podéis encontrar del canon literario tiene unas características comunes en sus obras, y no me refiero a esa calidad que seguro que tienen todas, sino a sus autores. Desde los años 60 se ha cuestionado el canon por su alarmante cantidad de "hombres blancos europeos y estadounidenses heterosexuales muertos". Y no es para menos. 

Vamos a ver qué clasificación hace el crítico Harold Bloom en su libro El canon occidental. Bloom hace una lista de 26 autores, aunque en realidad se usan como excusa para hacer un recorrido por la historia de la literatura universal. Estos autores son los siguientes: Shakespeare, Chaucer, Milton, Johnson, Wordsworth, Austen, Dickens, Eliot, Woolf, de Montaigne, Molière, Proust, Goethe, Freud, Kafka, Joyce, Beckett, Dante, Cervantes, Tolstoi, Ibsen, Pessoa, Whitman, Dickinson, Borges, Neruda. Por si no los conoces a todos (normal), lo resumo: 23 hombres, 3 mujeres. 22 europeos, 4 americanos (2 de ellos estadounidenses).

Como se puede ver, estas clasificaciones tienen de todo menos variedad. Y no critico la propia lista, que incluye varios/as de mis grandes favoritos/as. Pero no se puede permitir que lo que consideramos el canon literario esté creado únicamente por críticos "hombres blancos occidentales heterosexuales muertos", porque la clasificación tiende a tener las mismas características que ellos. Y vendrá alguien a decirme que no es por eso, sino por la calidad de las obras, y que qué culpa tienen los hombres blancos de que las mujeres racializadas no hayan escrito grandes obras. Claro que sí.

Solo para investigar un poco más, voy a analizar un par de típicas listas de "100 libros que debes leer antes de morir". Vamos a ver esta de Los mejores libros de la historia: 100 novelas que hay que leer antes de los 40. De 100 libros, 26 son de autoras. Esto ya de por sí está descompensado, pero es que además varios de esos libros repiten autoras: Virginia Woolf está dos veces, Chimamanda también... Así que en realidad hay menos de 26 autoras. Veamos este otro: Los 100 mejores libros de la literatura universal. Pues mucho peor, la verdad: 100 libros, 14 son de autoras. Y atención, porque Woolf sale tres veces, y Austen dos. Así que se nos queda una lista hecha por ABC Cultural en la que poco más del 10% de obras son de autoría femenina. Y no quiero hablar de la (muy evidente) falta de autores/as no occidentales en una lista que se atreven a llamar "universal". Os invito a revisar los libros que habéis tenido que leer para clase y ver si esto también pasa.

Las conclusión es, en mi opinión, que el canon literario es totalmente subjetivo y que merece la consideración justa. No podemos pretender hacer una clasificación objetiva, y menos de algo tan relativo como la calidad literaria. Y por esa razón yo puedo llevar la contraria al canon y decir que El guardián entre el centeno me parece un horror. Ahora bien, hay algo en lo que sí o sí tenemos que coincidir con la clasificación canónica, y es en la perdurabilidad de las obras. Que a día de hoy podamos leer Las Metamorfosis de Ovidio de la misma manera que leemos el último bestseller de Javier Castillo es algo que tiene mucho mérito. En cuanto a si esa perdurabilidad se debe a su calidad literaria o a otras características más relacionadas con el origen o el género del autor, lo dejo abierto a la interpretación.

Solo me queda invitarte a reflexionar sobre cuántas grandes obras habrían podido llegar hasta nuestros días si la literatura no hubiera sido monopolizada por hombres. "Pero es que las mujeres no escriben". Ya, es que imagina lo que habrían escrito si les hubieran dejado escribir. Las hermanas Brontë publicaban bajo pseudónimo masculino, y Virginia Woolf decía que "una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir novelas". No les faltaban ganas o capacidad para escribir, les faltaban medios.

Esta entrada se termina aquí, y solo espero que haya sido útil para entender el canon literario (occidental) y por qué os animo a no tomároslo muy en serio. Leed clásicos, leed libros menos conocidos, leed bestsellers o leed lo que más os apetezca. Pero disfrutad, aprended y abrid la mente a nuevas lecturas. Y dejad un comentario, porque me encantaría conocer más opiniones sobre este tema. Nos leemos pronto.

miércoles, 9 de febrero de 2022

Reseña: Hazeldale

 ¿Hay algo mejor que encontrar un libro de esos que enganchan sin necesidad de recurrir a la acción y a la intriga, y que además te dejan el corazón calentito de principio a fin? Hoy os traigo la reseña de Hazeldale, una historia de fantasía rural con romance, elementos paranormales y mucho humor.

Datos:

  • Autora: Elisa Macías
  • Editorial: Ediciones Dorna
  • Páginas: 502
  • Género: fantasía rural

Sinopsis:

Tras terminar la carrera de Bellas Artes, Diana tiene que volver a Avellanilla, su pueblo de toda la vida. Después de tantos años estudiando en Madrid, se le hace raro volver a acostumbrarse al campo, al calor del verano de Andalucía y a los amigos de la infancia con los que hace tiempo que no habla.

Los días en el pueblo son tranquilos y muy distintos a la emoción urbanita de la época universitaria, pero su vida en Avellanilla cambiará por completo cuando se dé cuenta de que, cuando su madre se mudó de casa, no contó con una antigua inquilina. Ahora, además de buscar trabajo en esta nueva etapa, Diana tendrá que aprender a convivir con el fantasma de su habitación.

Reseña:

Siempre digo que acierto eligiendo mis lecturas, pero la suerte que estoy teniendo últimamente está a otro nivel. Este ha sido sin duda uno de mis grandes descubrimientos, y solo me arrepiento de no haberlo pedido en preventa cuando salió. Es de esos libros a los que se les coge cariño muy fácilmente, sobre todo por la autenticidad de los personajes y la facilidad de identificarse con ellos y su situación.

Diana acaba de terminar la carrera de Bellas Artes y quiere encontrar trabajo, vivir de lo que ha estudiado y volver a Madrid, pero la vida tiene otros planes: encontrar trabajo es un reto, y más para vivir del arte. Y a Diana no le queda más remedio que volver en verano a su pueblo con su madre y su hermana pequeña, buscar trabajo de cualquier cosa para ahorrar y plantearse qué hacer con su vida. Dicho así parece una historia incluso aburrida, un coming of age que solo va del drama existencial de no saber qué hacer con la vida, pero no es así. La manera de tratar este tema me ha parecido de lo más adecuada, y cualquiera que se haya visto en la misma situación se sentirá muy identificada. 

Diana también se enfrenta a asuntos de lo más común para una chica de su edad. Durante los años de carrera ha subido de peso, y la forma en la que está retratado el tema me parece perfecta, ya que se ve que el problema con su cuerpo es más la vergüenza por los comentarios que otros le hacen o le pueden hacer, es decir, la opinión de los demás, que lo que opina ella. Además, aunque parezca una tontería, me hace cierta ilusión encontrar una protagonista como esta en lugar de la típica chica delgada y preciosa a la que todos quieren en secreto mientras ella no lo sabe. Diana no es perfecta, es una chica absolutamente normal que se hace moños y va en bragas por su casa, que suda en verano, que sufre ansiedad porque no sabe qué hacer con su vida, que se enamora de quien no debe y que comete errores. ¡Bien por Diana!

Pero no todo es buscar trabajo y tratar de sobrevivir a los veintidós años. Resulta que Diana también tiene que lidiar con la chica (fantasma) que vive en su cuarto. Laura, que se suicidó en ese lugar, es un personaje genial, divertida y sarcástica, y muy diferente a Diana. Esta tendrá que tratar de descubrir por qué en Avellanilla están ocurriendo ese y otros sucesos paranormales, pero no lo hará sola. Los amigos de Diana le ayudarán a descubrir qué está pasando.

No puedo decir que me hayan caído bien todos los personajes, pero es que es parte de su encanto. Al final, no puede caerte bien todo el mundo, y menos cuando son tan diferentes entre sí. Diana tiene tres amigos: Catalina, que es una joven muy mística y espiritual y que guarda ciertos secretos; Min, un chico asiático con un carácter muy fuerte; y Adrián, que es el novio de Min y un cachito de pan. Yo no podría ser amiga de Min, eso seguro. Pero me encanta lo diferentes que son todos y lo bien construidos que están.

También me ha encantado la ambientación. Recuerdo la reseña que hice de Donde callan las piedras, un libro que hablaba de la decadencia y el olvido de los pueblos. Bien, pues este es todo lo contrario. El pueblo (ficticio) de Avellanilla está muy vivo. Tanto, que lo acabo de buscar en Internet y me he encontrado con la (ficticia) página oficial de turismo de Avellanilla. No me digáis que no es original. Yo estoy más familiarizada con pueblos pequeñitos, donde como mucho hay un bar y a veces viene una furgoneta vendiendo pan o fruta, por lo que esperaba algo mucho más modesto. Aquí hay pizzerías, comercios de todo tipo, cafeterías... Vaya, un pueblo grandecito, con su propia historia, su gente y hasta sus movidas paranormales. Y es que tiene un pasado con la brujería, las invocaciones al demonio, los fantasmas... y me parece muy guay, me recuerda a las típicas leyendas que tienen muchos pueblos pero llevado a la actualidad. Me encanta cómo coge estos elementos sobrenaturales y los mezcla con una ambientación tan moderna y llena de referencias a la cultura actual, funciona realmente bien.

Es un libro con el que es muy fácil identificarse, ya sea simplemente por estar ambientado en nuestro contexto actual, con sus muchos guiños al mundo de Internet, a la política o a la precariedad laboral, o bien por otro tema que destaca bastante: la propia identidad y ser LGTB. Hay muchísima representación de todo tipo, y no es de forma forzada ni para cubrir ninguna cuota. Es natural y tan real como en la vida. Tenemos a Min y Adrián, que son pareja. Diana es bisexual y no es ningún drama para nadie. Hay asexualidad, y sí, también heterosexualidad. Y todo encaja perfectamente, está bien representado y me ha gustado mucho. Si buscas un libro con buena representación, ya lo has encontrado.

Opinión final:

Algún día pondré una mala puntuación a algún libro, pero hoy no es ese día. Hazeldale me ha dejado el corazón calentito, me ha hecho reír, me he preocupado por los personajes y he sentido curiosidad. Cuando lo fui a comprar esperaba que fuera más pequeñito, y me llevé la sorpresa de que es bastante gordito. Podría parecer denso, pero sus quinientas páginas se me han pasado volando. Por eso se lleva una puntuación de 5/5 estrellas.

Solo puedo añadir que estoy deseando leer más a Eli Macías, quien publicó en diciembre Del amaranto a la fluorescencia, también con Ediciones Dorna. Espero que le deis una oportunidad a esta autora que no os va a decepcionar. Yo me despido aquí, ¡nos leemos pronto!